lunes, 22 de febrero de 2016

MULTIROTURAS...


La primera fecha del TC dejó mucha preocupación y dudas por las roturas de doce motores a lo largo de todo el fin de semana.

Doce motores rotos (cuatro de Chevrolet, tres de Ford, tres de Torino y dos de Dodge) fue el saldo que dejó la primera cita del TC tras su paso por Viedma, lo que abre un gran interrogante respecto de la confiabilidad de los impulsores de cara al futuro.


Los casos más llamativos fueron los de Mariano Werner y Mauricio Lambiris, quienes rompieron tres plantas motrices cada uno. En el caso del poleman, José Manuel Urcera, no pudo largar la final porque la categoría no tenía impulsores de repuestos luego del abandono del piloto durante la primera serie. Los motoristas manifestaron a lo largo del fin de semana cierta preocupación por la confiabilidad de algunos elementos que estarían provocando los inconvenientes.

Werner arrancó con el pie izquierdo desde el viernes, cuando en la primera salida a pista sintió que su impulsor se quedó en cinco cilindros. Lo paró y decidieron cambiarlo, aunque no llegó a tiempo para clasificar. El sábado -en el segundo entrenamiento-, la historia se repitió, por lo que Marcelo "Machete" Esteban al no tener otro motor, salió a alquilarle uno a Rody Agut. Este estalló en la serie y el entrerriano se quedó afuera de la final.

Lambiris corrió con la misma suerte. El uruguayo ya había sufrido problemas con el motor durante los ensayos del miércoles pasado, en Olavarría. Ya en Viedma, rompió otros dos motores para cerrar un comienzo de año negro.

Luego de lograr la pole position "Manu" Urcera se había quedado con la inquietud de si su motor gozaba de buena salud, debido a una vibración que le había llamado la atención. El control a fondo del equipo y Emilio Satriano no pudieron evitar que el motor dijera basta en la serie. La ACTC no tenía motor de repuesto para proveerle y el piloto de las Toscas Racing tuvo que mirar la carrera desde afuera.

El viernes, Camilo Echevarría se encontraba tercero en la primera clasificación y con su vuelta a Chevrolet todo parecía felicidad, aunque el sábado tuvo que recargar 6 décimas por el cambio de su primer impulsor. Durante la carrera del domingo debió parar porque no funcionó más el segundo.

En la cuenta llevamos nueve motores hasta ahora entre cuatro pilotos. Otro que no finalizó la primera fecha de la temporada del TC fue Facundo Ardusso, que en su presentación dentro del JP Racing vio por su espejo que su auto lanzó al aire un humo blanco con señales concretas de rotura. Lo propio sucedió con su compañero de equipo, Guillermo Ortelli, que el sábado había comentado que el motor tenía una vibración.

La última baja tiene que ver con uno de los máximos representantes de Dodge, Jonatan Castellano, que había arrancado complicado el fin de semana y lo terminó peor al saber que el motor de su naranja mecánica lo dejó de a pie.

El Turismo Carretera tendrá su segunda cita dentro de quince días, el 6 de marzo, en Neuquén, y habrá mucho trabajo en los talleres. Además, los motoristas y técnicos de la categoría deberán encontrar los motivos de tantos inconvenientes, ya que en dos meses el TC tiene previsto correr una competencia de 500 km, donde la durabilidad y confiabilidad de los motores serán claves en el éxito de ese formato de carrera especial.

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